¿Sabías que los fumadores tienen tres veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población? El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en el mundo. El humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas y dañan el corazón y los vasos sanguíneos.
La incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en los no fumadores. Y el riesgo no se reduce si se fuma menos. Basta con fumar un cigarrillo al día para tener un mayor riesgo de sufrir un ictus o una enfermedad coronaria. Por tanto, la única forma de reducir el riesgo es dejando de fumar definitivamente.
Existen dos factores por los que el tabaquismo puede producir una isquemia coronaria (reduce la capacidad del músculo cardíaco de bombear sangre).
Por un lado, la nicotina que desencadena la liberación de las catecolaminas que producen daño en la pared interna de las arterias, aumentan el tono coronario con espasmo, producen alteraciones de la coagulación e incrementan los niveles de colesterol LDL o también llamado colesterol “malo”. Por otro lado, el monóxido de carbono reduce el aporte de oxígeno al miocardio y aumenta la capacidad de las plaquetas a agregarse y formar coágulos.
El tabaquismo aumenta el riesgo de sufrir…
- Infarto de miocardio. El tabaco reduce el flujo de oxígeno al corazón y favorece la formación de coágulos que pueden obstruir las arterias coronarias, que son las que nutren al músculo cardíaco.
- Angina de pecho. El tabaquismo provoca el estrechamiento de las arterias coronarias, lo que dificulta el paso de la sangre al corazón y produce dolor o molestia en el pecho, especialmente al hacer esfuerzo físico.
- Arritmias. Otra consecuencia del tabaco es que altera el ritmo cardíaco, lo que puede provocar palpitaciones, mareos, desmayos o incluso paro cardíaco.
- Insuficiencia cardíaca. También debilita el corazón y reduce su capacidad de bombear sangre al resto del cuerpo, lo que provoca fatiga, dificultad para respirar, hinchazón de piernas y abdomen o tos.
- Enfermedad vascular periférica. El tabaco daña las arterias que llevan la sangre a las extremidades provocando dolor, entumecimiento, úlceras o gangrena en las piernas o los pies.
- Accidente cerebrovascular. El tabaquismo aumenta la presión arterial y favorece la formación de coágulos que pueden bloquear el flujo de sangre al cerebro, lo que puede provocar un derrame cerebral con consecuencias graves como parálisis, problemas del habla o pérdida de memoria.
Dejar de fumar, la mejor decisión para tu salud
¿Fumas? La mejor decisión que puedes tomar para cuidar y proteger tu salud de los efectos nocivos del tabaco, es dejar de fumar. Tu corazón (y salud en general) te lo agradecerá. Algunos de los beneficios que empezarás a notar desde el primer día que apagues el cigarro definitivamente son:
- A los 20 minutos disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
- A las 12 horas se normaliza el nivel de monóxido de carbono en la sangre.
- A las 2 semanas mejora la circulación y la función pulmonar.
- A los 3 meses disminuye el riesgo de infarto y aumenta la capacidad de hacer ejercicio.
- A los 9 meses se reducen los síntomas respiratorios como la tos o la falta de aire.
- A los 12 meses se reduce a la mitad el riesgo de enfermedad coronaria.
- A los 5 años se reduce a la mitad el riesgo de accidente cerebrovascular.
- A los 10 años se reduce a la mitad el riesgo de cáncer de pulmón y se iguala al de una persona no fumadora.
Como puedes ver, dejar de fumar tiene consecuencias positivas para tu salud tanto a corto, medio y largo plazo. Por tanto, el primer paso para cuidar tu corazón, será dejar de fumar. Para más información sobre cómo afecta el tabaquismo al corazón, pide cita en nuestra consulta o llama al 619 521 442. ¡No esperes más y da el paso!