Cada 16 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, una fecha proclamada por la ONU para resaltar la importancia de mejorar la salud cardiovascular y aumentar la esperanza de vida a nivel mundial. La fecha busca concienciar a la población y a la comunidad médica sobre la importancia de la cardiología intervencionista en la prevención y tratamiento de enfermedades del corazón. Además, tiene por objetivo promover la educación cardiovascular, fomentar la investigación y reconocer la labor de estos especialistas.
La cardiología intervencionista es una rama de la cardiología que ha revolucionado el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, ofreciendo procedimientos mínimamente invasivos que reducen el tiempo de recuperación y mejoran la calidad de vida de los pacientes. Precisamente, gracias a las técnicas de esta especialidad, hoy en día es posible diagnosticar y tratar obstrucciones arteriales, arritmias y otras afecciones sin necesidad de recurrir a cirugías abiertas de alto riesgo.
Desde Especialista en cardiología queremos explicar el papel tan importante que tiene la cardiología intervencionista con respecto al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Además, recordaremos los hábitos saludables que debemos llevar para mantener el corazón sano.
¿Qué es la cardiología intervencionista?
La cardiología intervencionista es una especialidad de la cardiología que utiliza procedimientos mínimamente invasivos guiados por catéteres para diagnosticar y tratar enfermedades cardiovasculares. Algunos de los procedimientos más comunes son:
Angioplastia coronaria dilatación de arterias obstruidas con la colocación de stents.
Cateterismo cardíaco: examen para evaluar la anatomía del corazón y sus arterias.
Tratamiento percutáneo de válvulas: alternativas menos invasivas a la cirugía de válvulas.
Gracias a estas técnicas, los pacientes suelen tener menor riesgo quirúrgico, menos complicaciones y una recuperación más rápida.
¿Qué diferencia existe entre la cardiología intervencionista y la cardiología tradicional? Aunque ambas se enfocan en el cuidado del corazón, presentan enfoques distintos. Centrándonos en la cardiología tradicional, hay que destacar que se centra en el diagnóstico clínico, estudios de imagen, pruebas de esfuerzo, ecocardiogramas y en el manejo farmacológico de las enfermedades cardiovasculares. Su función es la prevención, control y seguimiento de los pacientes.
Por el contrario, la cardiología intervencionista actúa cuando las enfermedades requieren una solución más específica como la apertura de arterias bloqueadas o la reparación de válvulas. Utiliza procedimientos con catéteres que evitan o retrasan la necesidad de una cirugía a corazón abierto.
Ambas ramas son complementarias y trabajan en conjunto para ofrecer al paciente una atención integral.
Factores que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sus principales factores de riesgo incluyen:
Hipertensión arterial.
Colesterol alto y aterosclerosis.
Diabetes.
Tabaquismo.
Obesidad y sobrepeso.
Sedentarismo.
Estrés crónico.
Antecedentes familiares de enfermedad cardíaca.
Para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, será fundamental adoptar un estilo de vida saludable. Esto significa llevar una alimentación equilibrada donde se prioricen las frutas, verduras, carne magra, granos integrales o pescado, entre otros. Por el contrario, se debe reducir el consumo de grasas saturadas, azúcares y ultraprocesados.
Tan importante es la alimentación como realizar actividad física regular. Realiza ejercicio moderado como caminar, nadar, montar en bicicleta al menos 3 veces por semana.
A estas medidas hay que sumar: moderar el consumo de alcohol, no fumar, mantener un peso saludable y llevar un control médico periódico. Por supuesto, no olvides cuidar tu salud mental ya que el estrés puede pasar factura a tu salud cardiovascular. Aprende técnicas de relajación y descansa bien.
Estos hábitos te ayudarán a prevenir enfermedades cardiovasculares, pero, además, mejorarán tu salud y tu calidad de vida.
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